Con el compromiso y entusiasmo que caracteriza a las titulares de derecho, se llevó a cabo una minga general en las instalaciones de Casa Adoratriz. Esta actividad reflejó el amor, gratitud y sentido de pertenencia que las participantes sienten hacia el espacio que las acoge y acompaña en su proceso de crecimiento personal.
Durante la jornada, las mujeres trabajaron en conjunto para embellecer y mantener en óptimas condiciones cada rincón de la casa, transformándola en un lugar aún más cálido, digno y lleno de vida —un verdadero reflejo del valor y la fortaleza que cada una posee.
Al finalizar la minga, se compartió una deliciosa comida preparada por las propias participantes, un momento de convivencia que fortaleció los lazos comunitarios y nutrió tanto el cuerpo como el alma, reafirmando el espíritu de unión y colaboración que distingue a la Casa Adoratriz.




